Qué grande fue el Minnie

Es una lástima que haya pasado casi desapercibida la visita que hiciera al país una de las figuras más notables del béisbol de las Grandes Ligas, de Cuba y de todo el Caribe: Minnie Miñoso.

Los jóvenes de hoy leen poco y no saben quién fue este jugador extraordinario, a la altura en su época de los mejores de las Mayores y que hoy sería tan bueno como lo fue ayer… ¡y hasta mejor!

Es seguro que para la inmensa mayoría es desconocido el nombre del Minnie Miñoso, así como su notable carrera, que está colocada al mismo nivel, en cierto modo, que los ases latinoamericanos de todos los tiempos.

A sus ya 85 años de edad, Minnie Miñoso sigue siendo un símbolo, un héroe, un ejemplo y una referencia para los que amamos el béisbol y seguimos las carreras de sus miembros.

Por eso, me veo en la agradable obligación de recordar algo, dedicado a la juventud dominicana, en torno a la inmensa figura beisbolista de quien nació no como Minnie Miñoso sino como Saturnino Orestes Armas Arrieta en La Habana, Cuba, el 29 de noviembre de 1925.

Tras jugar en la sólida Liga Negra de 1945 a 1948, llegó a las Grandes Ligas en 1949. Recuerden que el gran Jackie Robinson había roto la malvada barrera racial en 1947 con los entonces Dodgers de Brooklyn.

Minnie Miñoso jugó con los Indios de Cleveland, los Medias Blancas de Chicago, los Cardenales de San Luis y los Senadores de Washington, aunque en realidad sus mayores y principales actuaciones fueron con los Medias Blancas.

Aunque fuese agotando 3 turnos en una y 2 en otra (dato curioso) tuvo presencia en 4 décadas: las de ’40, ’50, ’60, ’70 y ’80.

En total, el Minnie jugó en 1835 partidos, con 6579 turnos, 1136 anotadas, 1963 hits, 336 dobles, 83 triples, 186 jonrones, 1023 empujadas y un tremendo promedio de bateo de 298 en 17 temporadas.

Bateó 10 veces sobre los 300 puntos, agotó 12 veces 500 o más turnos, fue líder en juegos, líder en hits, líder en dobles, etcétera. Ese etcétera incluye 10 veces líder en… ¡pelotazos recibidos!

A veces anotó 100 o más, y 4 veces empujó 100 o más, sin dejar de lado que 5 veces bateó 30 o más dobles, y en 12 ocasiones tuvo más de 20 o más dobles.

No puede quedarse el dato de que en una época en que no era tan frecuente el gran robador de bases, se estafó 205, siendo 3 veces líder en la Liga Americana.